Plantas imprescindibles para tu hogar en primavera

La primavera llega a las ciudades para llenarlas de colores vivos y darle un toque de alegría a las calles, pero también es muy importante darle un toque de color a nuestras casas con algunas plantas.

A continuación, os contamos cuáles son las plantas que no pueden faltar en tu hogar en esta primavera sin necesidad que estés todo el día pendiente de ellas.

Lista de plantas:

Es una planta con flor procedente de regiones tropicales de Asia, Sudamérica y África. Sus flores recuerdan a las rosas y pueden ser de color blanco, rojo o rosa.

Existen más de 1.500 especies y es una planta que podrás mantener durante todo el año.

Se adapta fácilmente a todos los climas y lugares, por lo que es buena compañera tanto en interior como en exterior.

Soporta la sombra y la semisombra pero detesta el sol directo.

Necesita un riego frecuente, pero en baja medida, evitando así el estancamiento que puede producir aparición de hongos.

Es una planta de exterior muy común por su fácil cuidado y por la cantidad de flores que da en verano y primavera.

Puede encontrarse en una gran variedad de colores, con los bordes lisos u ondulados y es uno de los clásicos para colocar en tu balcón para que alegre tu casa.

Le encanta la luz y soporta altas temperaturas y el sol directo.

El riego debe ser constante y abundante, en verano necesita un riego diario.

Al igual que las petunias, es una de las flores primaverales más populares por su abundante floración y su mantenimiento sencillo.

Es una planta de exterior que soporta tanto el sol como la sombra, es adecuada para jardineras y macetas.

La gama de colores del pensamiento va desde el rojo, el púrpura, el azul, el blanco, el naranja y el amarillo y, muchos de ellos, tienen un color en todo el pétalo con una especie de líneas oscuras que salen de su centro. Es muy recomendable mezclar diferentes colores para conseguir una bonita composición.

Soporta la sombra y la semisombra pero detesta el sol directo.

Necesita un riego frecuente, pero en baja medida, evitando así el estancamiento que puede producir aparición de hongos.